La vida al revés

Y es que esta vida está mal hecha.

Cuando tienes 20 años te faltan dedos de frente y te falta dinero. Lo que te sobra es arrojo y optimismo. Vas jugándote la vida por la carretera, haciendo muchísimos kilómetros, a toda pastilla y con un coche que en realidad no ofrece muchas garantías.

Cuando tienes 40 años ya tienes más calma y más dinero. Te falta un poco de aventura y atrevimiento. Vas tranquilo por la carretera, pero ya no necesitas hacer tantos kilómetros y disfrutas de un buen coche al que ni siquiera le apuras.

Cuando tienes 60 años... ya os contaré.