Estamos en verano, momento de coger vacaciones y de comprobar el descenso de nuestro nivel de estrés. A mi me gusta utilizar el "ordenador de a bordo" del coche como indicador. Es curioso, pero cuando estoy más "atacado" le piso más al acelerador y el promedio de consumo sube automáticamente, de forma que me encanta descubrir en el salpicadero cifras bajitas en el consumo de combustible, aunque mi amigo Fito se parta de risa. Como terapia no tiene precio: intentad conseguir unas cifras más bajas y si acompañais vuestro trayecto con música tranquila el resultado está garantizado. Fuera el estrés!
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