Ya se han cumplido 20 añitos desde que experimenté el gran placer de ser dueño y señor de un coche, tener mis llaves, usarlo sin preguntar o pedir permiso, pensar dónde había aparcado, salir del cine de noche y cobijarme en mi 127, poner la calefacción y escuchar su radiocasette, conducir tranquilamente a casa, sin esperar el autobús, sin mojarme bajo la lluvia. Poder programar y hacer excursiones con total independencia, ahorrar para poder pagar la gasolina, lavarlo con mimo para que brille con el sol, oh! todo un mundo de sensaciones a mis 21 primaveras, qué tiempos aquellos!
En esta web puedes leer maravillas sobre este modelo, la segunda serie del mítico SEAT 127.
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